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El Gobernador del estado Anzoátegui, Tarek William Saab, manifestó su total apoyo a la decisión de la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz de reabrir las investigaciones en torno al caso de las 23 jóvenes que fueron masacradas por el gobierno de Luís Herrera Cámpinz en el sector los chamgurriales del Morocho Evans de la población de Cantaura, municipio Pedro María Freites del estado Anzoátegui el cuatro de octubre de 1982. El mandatario de Anzoátegui manifestó que a casi 27 años de cometida esta masacre, se toma como evidencia principal para condenar a los asesinos de estos revolucionarios el hecho de determinarse en el hospital Felipe Guevara Rojas de El Tigre que al momento de ingresar todas las victimas poseían tiros de gracia y algunos decapitados producto del ataque tanto aéreo como terrestre de que fueron victimas.
«La Fiscalía General de la República ha atendido nuestros reclamos ante este caso, del cual el pueblo venezolano lleva año pidiendo justicia, por lo que creemos que la impunidad va a ser vencida y en ese sentido vamos a estar dando todo el apoyo institucional a la fiscalía para reivindicar a las victimas, a los familiares de las victimas y a todos los que fueron perseguidos luego de la masacre. Llego la hora de hacer justicia y vencer la impunidad», dijo Tarek.
Recordó Tarek, que estas víctimas inocentes del sistema de gobierno de la cuarta república, han sido homenajeados por su gobierno al colocarle los nombres de dos centros diagnósticos integrales construidos por la revolución en las poblaciones de Cantaura y El Tigre de Roberto «Catire» Rincón Cabrera y Emperatriz Guzmán Cordero, ambos víctimas de esta masacre.
Igualmente, agregó Tarek, que en su honor el gobierno revolucionario del estado Anzoátegui está construyendo desde el año 2006 el Monumento a los Mártires, teniendo previsto en el lugar la construcción de un parque y se comprometió a seguir apoyando a los familiares de las víctimas en la búsqueda de la justicia.