Tan aterrada como resignada, Rubi Malpa se dirigía la mañana del lunes 25 de octubre al Hospital Universitario Dr. Luis Razetti, junto a su madre de 74 años de edad, quien acababa de sufrir un ACV. Temía que se repitiera la dantesca escena que hace cuatro años vivió cuando la ingresaron a la emergencia de ese mismo centro hospitalario para dar a luz a su primera hija, pero no sabía a dónde mas acudir con sólo 50 bolívares en su cartera.
Se remontó a los momentos de angustias que debió vivir mientras apoyada a la pared esperaba atención médica y la posterior depresión que la embargó durante las siguientes horas de estadía en el centro asistencial, rodeada del desorden y la indolencia que acumula los años: camillas desvencijadas por doquier, malos olores, pisos sucios y ensangrentados, gente acostada o sentada en los pasillos y escaleras, quejidos, llantos por la falta de medicinas, de equipos, de voluntad.
Rubi estaba en ese conteo mental cuando la ambulancia ascendía por la rampa de ingreso al área de urgencia. Notó de inmediato un nuevo rostro, una nueva fachada que le dio la bienvenida y la hizo pensar en mejores augurios. Y en efecto, en menos de 48 horas su mamá se encontraba plenamente recuperada recibiendo a tiempo y gratuitamente los medicamentos y la observación que requería para su definitiva recuperación.
«Desde que pisamos la entrada de la emergencia, nos atendieron los médicos, fue una acción inmediata y siempre cordial. Me sorprendió gratamente además ver como todo alrededor estaba completamente limpio, en orden, renovado, con excelente aspecto, similar e incluso mejor que lo que uno se puede encontrar en una clínica privada», expresó.
Y es que recibir un servicio de salud eficiente y de calidad ya no es exclusivo para un pequeño grupo de la población o reservado para quienes alimenten una cuenta corriente de más de siete dígitos, en Anzoátegui el servicio de salud pública se encuentre al alcance de todos, sin distinción social y siempre, gratuito, puesto que es un objetivo de la Gobernación del estado Anzoátegui, desde que la revolución bolivariana se instauró en la zona con el nombre de Tarek William Saab, convertir y afianzar el Complejo Hospitalario Doctor Luis Razetti en un espacio humano, próximo al ciudadano, comparable y más bien codiciable para los centros médicos privados de la zona.
Infraestructura moderna, ambiente agradable, tecnología de punta, personal calificado, atención médica de primera, todo a través de la inyección inexcusable y sistemática de recursos para la remodelación y modernización de los espacios más neurálgicos de éste, el principal centro asistencial del oriente venezolano, por cuanto cobija la demanda de pacientes provenientes de los estados Miranda, Sucre, Monagas y Bolívar.
El coordinador de Administración de la Emergencia del CHDLR, Felix Arrioja indica que es titánico el reto por cuanto como centro nacional referencial de salud pública en el oriente del país, al departamento de emergencias acceden alrededor de 100 personas diarias por lesiones diversas, 50% concurridos en consultas y 50% asistidos en el denominado triaje, que son casos que exigen atención inmediata. En orden de demanda, los diagnósticos más frecuentes corresponden a eventos cerebros vasculares; complicaciones cardiovasculares y traumatologías.
«Tenemos un plantel de médicos emergenciólogos de primera línea, y equipos de última generación que nos permiten brindar una atención profunda y efectiva. Contamos en la actualidad con espacios adecuados, la conjunción de estas fortalezas nos ha permitido alcanzar una tasa de mortalidad muy baja lo que habla del buen rendimiento de esta sala, al punto que muchos centros especializados, entre ellos el Centro Médico Anzoátegui de Lechería, cuando agota los recursos de los pacientes los remite a la USAV de la emergencia del hospital Razetti. La demanda sigue siendo elevada, pero los usuarios notarán mucho más este logro una vez que se rehabilite el área de hospitalización y se descongestione aún más la emergencia, el equipo médico conserva las mejores expectativas al respecto», agregó.
El compendio de los factores positivos mencionados por Arrioja, como el empleo de alta tecnología, ha incidido en el aumento del promedio del soporte de vida de cada paciente que ingresa a la emergencia del HUDLR y ha reducido estrepitosamente la estadística de mortalidad diaria en dicho servicio, reduciendo de 4 a 5 por ciento el número de fallecimientos que hasta el año 2007 se registraba en 50 por ciento, lo equivalente a: de cada 100 emergentes se registra la muerte de 2 o 3 pacientes.
Comodidad y humanidad
El subdirector de servicios administrativos, Rafael Labana, aclara que no siempre fue así, hasta noviembre del año 2007 las condiciones eran otras. Pero la iniciativa del ejecutivo regional valoró y reivindicó a la población que asiste hasta este centro, la población socioeconómicamente más vulnerable, la población trabajadora, el desempleado, el ama de casa, el anciano, el que vive en barriadas y urbanizaciones populares.
Ismenia Ribas residente en Santa Rosa, en Lechería, lo testifica a su mejor modo «los gastos para salvar a mi madre hubiesen sido extraordinarios, imposible de cubrir por nuestra familia. Fue operada de un tumor en el apéndice a sus 74 años de edad y con diabetes, tuvimos que hacerle una intervención quirurgica y exámenes especializados, además de la hospitalización y frecuentes consultas. Esta emergencia se ha convertido prácticamente en nuestra casa y en las condiciones en las que se encontraba antes no lo hubiésemos resistido. Ahora es un sitio cómodo, humano. Acude mucha gente, es verdad, pero todo el que llega es atendido».
Se considera una de la más fidedigna testigo de la actividad cotidiana que se despliega en la emergencia, pues más recientemente fue egresada de la sala de terapia intensiva y traumashock donde permaneció por 21 días en recuperación de una intervención por pancreatitis, ambas áreas habilitadas y puestas en funcionamiento por la gobernación durante la reparación integral del servicio de emergencias médicas, luego de 44 años de desidia.

Puerta a la modernización
Para la reestructuración de este espacio, el gobierno del estado Anzoátegui con aporte mancomunado del Ministerio del Poder Popular para la Salud y Pdvsa Refinación Oriente, invirtió más de 11 mil millones de bolívares. Con el nombre de Sala de Emergencia «Dr. José Gregorio Hernández», fue provista de los equipos de alta tecnología que cumplen con las exigencias internacionales establecidas para este tipo de recintos de salud, con máquinas de anestesia; ventiladores de volumen; monitores multípara metros; equipo de ecografía; camas de trauma-shock; camas de terapia; camas de observación; camillas de traslado; cajas de instrumental quirúrgico; lámparas cialíticas; mesas quirúrgicas; equipos de laboratorio y de RX; sistemas de climatización y gases medicinales para las tomas de oxigeno de pared a cada cama o estación de trabajo médico en las áreas de shock, trauma, soporte avanzado de vida y quirófanos.
Las instituciones involucradas lograron un impactante cambio de imagen de este espacio con la apertura de los servicios de Quirófano de Emergencia; Quirófano Séptico o de Cirugía Menor; Sala de Trauma-Shock; Unidad de Soporte Avanzado de Vida (USAV); Sala de Cuidados Intermedios Coronarios; Sala de Traumatología con Sala de Yeso y Quirofanito; Sala de Ecografía; Salas de Triaje Médico-Quirúrgico; Consultorios; Sala de Aerosolterapia; Laboratorio; Sala de Rayos X; Farmacia Satélite; Sala de Espera para familiares; Plaza Externa; Área Docente y de Estar.
Indicó Labana que la habilitación de la mayoría de estos espacios fortaleció un valor supremo e indispensable para el servicio de emergencia: el valor de la inmediatez y su incidencia en el soporte de vida de los pacientes, puesto que hasta hace 4 años, un gran número de casos debía ser movilizado a otros pisos del complejo hospitalario, incluso fuera de él para la realización de exámenes y estudios requeridos para el diagnóstico de cada paciente, haciendo más tardía y riesgosa la atención y tratamiento en cada caso.
Labana destacó para finalizar la contribución de esta neurálgica área a la visión de lograr que en Anzoátegui funcione efectivamente el sistema de salud pública, logrando el engranaje con la red de atención primaria (ambulatorios, centros de diagnostico integrales y de rehabilitación integral) en las comunidades y los espacios de medicina preventiva (consulta externa). Sobre este tema y para una próxima entrega detalló que paralelo al aumento de consultas externas hasta el pasado año de 95.226 pacientes, se reportó una disminución en el número de ingresos a la Sala de Emergencias del Hospital, que cerró en el 2009 con un total de 80.458 casos.