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Un grupo de estudiantes del Instituto Universitario de Tecnología José Antonio Anzoátegui (IUTJAA) y la Universidad de Oriente denunciaron ayer domingo en rueda de prensa un plan desestabilizador y violencia que está fraguando factores de la ultraderecha opositora en distintos recintos de educación superior del estado Anzoátegui.
Así lo acusó Moisés Rebolledo, presidente de la Federación Bolivariana de Estudiantes y del Movimiento Integrador Bolivariano, afirmó que tanto en universidades y tecnológicos se está persiguiendo a la comunidad estudiantil para que sirva de carne de cañón a los intereses de académicos que no luchan por la reivindicación de sus alumnos y generar un ambiente de anarquía en contra de la paz de la nación.
– «En el caso del Iutjaa hay una banda encabezada por Ángel Vásquez, Elías Ochoa Y Sergio Ramírez, como cabecillas del plan desestabilizador en el Iutjaa, donde más de 50 estudiantes están amenazados de muerte y siendo amedrentados por bandas armadas, por eso solicitamos la intervención de las autoridades competentes, porque casos como la UDO son lamentables de parte de la rectora y decana que tienen mafias enquistadas que buscan involucrar a los estudiantes revolucionarios», expresó Rebolledo.
Rebolledo hizo un llamado al titular del Ministerio del Poder Popular para el Interior y Justicia, Tareck El Aissami a objeto de que se reúna con los estudiantes afectados y ponga coto a esta situación alarmante iniciada la semana pasada en la UDO y que en el caso del Iutjaa pudiera salirse de control.
Asimismo le manifestó al ministro del Poder Popular para la Educación Superior, Luís Acuña, su respaldo para que no caiga en las presiones de los rectores opositores de la UCV y otras almas máter que están en desacuerdo con el recorte presupuestario, ya que en muchas ocasiones no es bien administrada está asignación por parte de las autoridades.
Por su parte, Frank Villavicencio, delegado juvenil del PSUV y estudiante de la UDO, mostró su apoyo pleno a las acusaciones del gobernador Tarek William Saab en denunciar a la rectora Milena Bravo y la decana del Núcleo Anzoátegui, Patricia Mitchell, por su negligencia ante los hechos suscitados en esta alta casa de estudios oriental.
Villavicencio exigió que sean normalizadas las actividades académicas en la UDO-Anzoátegui, «la decana debe dedicarse a resolver los problemas para los cuales fue elegida, y dejar de estar guarimbeando en contra de la revolución».